La respiración es lo que nos mantiene con vida, al dar el primer respiro recibimos esta vida y con el último nos despedimos de la misma.

En nuestro día a día, aunque nuestro cuerpo está en un lugar, nuestra mente se mantiene la mayoría del tiempo en otro. Poner atención a nuestra inhalación y exhalación realiza una conexión entre mente y cuerpo.

¿Has escuchado el término de respiración consciente?

El aprender a respirar de forma consciente debería estar en nuestras prioridades ya que nos aporta grandes beneficios. Entre los que podemos destacar:

Cuando le prestas atención a la respiración, te enfocas en el aquí y ahora, el estar en el momento presente es la mejor forma de poder vivir cada momento en plenitud.

A lo largo de los años se ha hablado mucho acerca de las distintas técnicas de respiración y no es coincidencia que la respiración sea el factor clave en la meditación, el yoga y distintas practicas espirituales.

Es sencillo aprender a respirar correctamente; únicamente se hace controlando el ritmo, respirando de forma pausada, profunda y concentrando nuestra atención en cómo a nuestro cuerpo se llena de aire y se vacía. En pocos minutos alcanzaras un estado sereno para que puedas llenarte de la energía que necesitas.

La respiración es dar y tomar, recibir y soltar, permitir que entren cosas nuevas y desprenderse de lo que ya no necesitamos más.

Cuanto mejor respiramos, mejor nos sentimos.

En pocas palabras la calidad de nuestra respiración determina la calidad de vida y nuestro estado de ánimo. Es por ello la importancia de aprender a respirar de una forma consciente.

Entre más consciente de respirar nos hagamos, podremos contribuir a tener una vida en equilibrio y plenitud.

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